¿Cómo es un niñ@ de 2 años?
L@s niñ@s de dos años comienzan a tener y a manifestar sus propios intereses, diferentes a los del adult@.
Empiezan a razonar, pero su lenguaje está en proceso de desarrollo, por lo que, no son capaces de expresar completamente cómo se sienten, o cuáles son sus necesidades. Además, carecen de habilidades suficientes para gestionar sus emociones.
Desde los 2 hasta los 5 años, experimentan un “egocentrismo intelectual” identificado por Piaget, al interpretar el mundo bajo su propia perspectiva, por lo que no son capaces de comprender que existen puntos de vista diferentes al suyo. Por ello, es normal que expresen su frustración y sus intereses, rebelándose contra los límites que ponemos l@s adult@s a través de rabietas.
Además manifiestan una gran curiosidad, explorando constantemente el mundo que les rodea con una enorme carga de energía.
Tras conocer cómo funciona la mente de un@ niñ@ de 2 años, nos planteamos: ¿Qué podemos hacer nosotr@s para gestionar esos momentos de rabietas, frustraciones, llantos, enfados, etc.?
A través de este artículo, queremos proporcionaros algunas claves para acompañar desde el respeto, el cariño y la compresión, esta maravillosa, pero también compleja etapa:
1- Conocer por qué expresa esa emoción (cansancio, hambre, malestar, afecto, atención…), esto nos ayudará a intervenir y ayudarles. Ponernos en su piel e intentar entenderles.
2- Empatizar: mandarle un mensaje de comprensión y poner significado a su malestar expresando la emoción que está operando. Sentirse comprendid@ es primordial para que nos preste atención. Hay que decirle que entendemos lo que le pasa.
3.- Descubre la magia de las palabras, háblale despacio y en un tono tranquilo. Mantenemos la calma y no nos tomamos la situación como algo personal. Es importante recordar que no controlan sus emociones, no nos ponen a prueba, simplemente son niñ@s que se están desarrollando y tenemos que acompañarles y ofrecerles alternativas.
4.- Utilizar un lenguaje positivo, darles explicaciones, ceder en lo que se pueda, buscando un punto intermedio y recordarles los límites (claros y firmes, pero desde el cariño y el respeto).
5.- Dejar que hagan las cosas por ell@s mism@s, aunque se equivoquen. Necesitan que les dejen hacer: que practiquen y sentirse autónom@s, asumiendo pequeñas responsabilidades.
6.- Darle una “responsabilidad”, que sienta que puede hacer algo por sí mism@, haciéndole partícipe del momento. Por ejemplo, si no quiere tomarse la medicina, pedirle ayuda y que sujete el tapón.
7.-Es importante que tengan unas rutinas y hábitos que terminarán convirtiéndose en conductas autónomas. La autonomía les da confianza y autoestima.
Y sobre todo, paciencia y constancia. Los dos años pueden ser maravillosos si los ves desde los ojos de los niños y las niñas por lo que:
“Para, agáchate y disfruta”