En estos últimos meses, hemos vivido determinadas circunstancias que nos han llevado a pasar largos períodos de tiempo en casa. Esto supone que los hermanos tengan que compartir más tiempo y más espacio de lo habitual.

Para entender estos pequeños conflictos que surgen en nuestro día a día, debemos comenzar partiendo del funcionamiento de la mente infantil:
Hasta los 5 o 6 años, los niños se encuentran inmersos en un período de egocentrismo. No pueden ver más allá de lo que ellos quieren o desean, no tienen el sentimiento de empatía desarrollado, y por ello, no están psicológicamente preparados para comprender que también existen otros, que quieren y pueden tener aquello que ellos desean. Este es el foco de muchos de los pequeños conflictos que surgen en nuestros hogares.
Y ahora, llega el momento de preguntarse, ¿cómo debemos actuar nosotros ante estos pequeños conflictos?
Tendemos a “castigar” o “regañar», especialmente a aquellos que tienen mayor edad, asumimos que deben ceder antes, o simplemente ser más responsables por el hecho de tener una edad superior, sin tan siquiera pararnos a pensar cómo se sienten ellos, o en qué etapa evolutiva se encuentran.
Desde la disciplina positiva queremos ofreceros herramientas que os indiquen cómo podéis actuar ante estas situaciones.
Os presentamos las 3 “S”:
1.- SALIR:
Debemos marcharnos del espacio, asegurándonos de que no nos observan. Es importante que se den cuenta que hemos decidido marcharnos sin entrometernos en su conflicto.
2.- SACAR:
Los retiramos de la escena, tratándolos a los dos de la misma manera, diciéndoles lo siguiente “si quieren pelear deben irse fuera” o “irse juntos a otro espacio y volver cuándo el conflicto esté resuelto”
3.- SOPORTAR:
Te quedas y observas, pero no te involucras.

Estas tres “S” que nos aporta la disciplina positiva, funcionan de mayor a menor grado, en relación a la etapa en la que se encuentran nuestros pequeñ@s. Lo fundamental, sea cual sea el momento evolutivo, es no perder de vista la importancia de fomentar que resuelvan los conflictos por ellos mismos.
Las “peleas”, son ensayos de lo que serán las confrontaciones en la escuela, en la universidad, en el trabajo, etc. Desde los primeros años de vida, debemos promover que nuestros pequeñ@s, sean capaces por ellos mismos de superar de forma progresiva sus frustraciones, y llegar así, a acuerdos y colaboraciones entre ellos.
