LAS HUELLAS QUE DEJAMOS, LAS HUELLAS QUE NOS DEJAN.

por Ene 16, 2023Blog

Hace un tiempo nevó mucho en Madrid y se llenó de huellas las calles con multitud de pisadas

Los niños y las niñas llegan a este mundo sin influencia alguna, como esa nieve blanca y esponjosa que aún no ha sido pisada. Y es aquí cuando los adultos que les acompañamos, vamos dejando esas huellas en ellos. Ya sea en la escuela o en casa, somos sus referentes, vamos de la mano hacia ese camino que empiezan a recorrer.

Pero no hablamos de una mano que tira de ellos, que les dice por dónde ir, qué hacer, qué decir, ni tampoco hablamos de una mano que les agarra sin más; es una mano que les ayuda a crecer y les acompaña en su desarrollo. Por eso es tan importante nuestra actitud y nuestra mirada a la infancia.

No es igual arroparlos con nuestras manos con nuestra piel, que dejarles largos periodos de tiempo solos en un carro.

No es igual sentarnos en el sueloa su lado, mientras ellos exploran y descubren su cuerpo, que meterles en parques cerrados.

No es igual acompañarles en la conquista de la autonomía, que hacérselo todo “porque son pequeños”.

No es igual darles la seguridad que necesitan para explorar el entorno, que decirles mensajes como “te vas a caer, no puedes, eso es caca”.

No es igual dejarles libertad de creación y de expresión, que decirles como lo tienen que hacer.

Y no es igual respetar su proceso de aprendizaje (durante toda su infancia), que marcarles por donde deben ir según la expectativa adulta.

Por tanto, debemos tener en cuenta qué es lo que queremos para su crecimiento personal, ¿una nieve casi sin marcas que va de la mano o una llena de pisadas en la que no se sabe bien cuál es el camino?

Dependiendo de lo que elijamos, nos dejaremos guiar por las huellas que los niños y las niñas nos dejan. Tienen mucho que darnos: sus descubrimientos, sus aportaciones, sus experiencias, su entusiasmo y su inocencia, vienen para quedarse en nosotros.

Nos dicen que cada uno necesita su tiempo, que cada uno tiene un ritmo, que cada uno necesita una cosa diferente al de al lado para aprender, que cada uno tiene unos intereses, que lo que a uno le encanta al otro le produce rechazo, que muchas veces no les gusta lo que proponemos y sin más eligen otra cosa; en definitiva, que son personas como nosotros, dueños de ellos mismos y exploradores de este mundo que les rodea con nieve o sin ella.

(Artículo recuperado de: Alaya, Difundiendo infancia)

Nuestras familias nos avalan

Opiniones de quien nos conoce

He llevado a mis dos hijos a esta escuela, y, si hubiese tenido cinco, los habría llevado sin pestañear.
Los niños van felices, aprenden con ganas, todo el personal es cariñoso, la comunicación con las familias es excelente. Tienen un jardín privado donde los niños están al aire libre y hacen muchísimas actividades, variadas y motivadoras.
En definitiva, es un lugar donde he dejado a mis hijos tranquila, porque sé que van a estar bien y van a disfrutar, y esa paz mental es todo.

Pilar

Supimos de esta escuela a través de una conocida y estuvimos allí desde que nuestra peque era un bebé. La experiencia fue maravillosa, todas pero especialmente la tutora de su clase, eran un amor y tuvieron un trato muy cariñoso y profesional incluso en algunos episodios algo complicados.
Pienso que tal vez por ser una escuela pequeña la atención es más cercana y personal.
Siempre estuvimos encantados y si alguien me pregunta, sin duda la recomendaría.

Paloma

Mi hijo siempre se ha sentido en la escuela como en casa, un equipo educativo de 10, unas instalaciones inmejorables con su jardín, y sobre todo un ambiente que ha favorecido su desarrollo y aprendizaje. Todos los días se levantaba feliz por ir «al cole».
Mi sobrina también está en esta escuela infantil y es la más feliz del mundo.
Gracias a todo el equipo, educadoras, dirección, personal de apoyo y limpieza, por hacer de este entorno el lugar ideal para el desarrollo de nuestros pequeños.

Daniel

Contacta con nosotros

Aviso legal

logo escuela infantil virgen del parque en carabanchel
Ir al contenido