En muchas ocasiones, proponemos a los niños actividades o aquello que muchos llaman “manualidades”, nosotros preferimos hablar de propuesta. Independientemente de su denominación, en la mayoría de los casos, se trata de algo cerrado, con instrucciones, donde nos indican qué es aquello que tenemos que hacer. Hablamos por tanto de propuestas que se olvidan de la creatividad, del juego, de la interacción, de la expresión, de la libertad, de la individualidad, en definitiva, del valor de la infancia, y entonces…
¿Por qué no cambiar estas propuestas pasadas por espacios que sí respeten a nuestros pequeños?
¿Por qué no ofrecerles espacios para crear en función de sus intereses o necesidades?
Hablamos de ofrecerles crear con su cuerpo en el movimiento libre, de crear en su juego simbólico o de crear en sus diversas formas de expresión artística (plástica, musical, corporal…)
¿Y cómo podemos hacerlo?
¡PROPONIÉNDOLES VIVIR ESPACIOS DE JUEGO DE CALIDAD!
Aquí os dejamos algunos pequeños consejos para configurar estos espacios en vuestros hogares:
Lo primero es fijarnos si tenemos en casa algún lugar vacío (salón, cocina, habitación, pasillo, etc.) Lo importante no es dónde, sino que el espacio nos permita destruir y construir nuestro juego.
-LUZ: y COLOR: no es aconsejable sobreestimular a los niños con colores excesivamente llamativos o con demasiados efectos luminosos, el ambiente es más enriquecedor si es creado por ellos mismos.
-MATERIAL: debemos proponer en nuestros espacios de juego materiales de calidad que fomenten el desarrollo de la creatividad y la imaginación, materiales no estructurados: boles, cucharas, platos, hojas, manteles, paraguas, etc.
-ESTÉTICA: al igual que los adultos, los niños necesitan una seducción estética para poder entrar en acción. Espacios bellos y amables que nos inviten a jugar.
Y para acabar, os dejamos algunas de nuestras propuestas de espacios de juego:


