1- ¿QUÉ ENTENDEMOS POR TIEMPO DE ACOGIDA?
El tiempo de acogida es el periodo en el que la Escuela Infantil acoge y acompaña a las familias junto a sus hijos, con la finalidad de que ambos desarrollen la confianza y la seguridad necesaria para sentirse una parte indispensable de nuestro pequeño espacio.
En la Escuela Infantil Virgen del Parque, consideramos a cada familia y a cada alumno, como un pedacito de nuestra pequeña “familia”. Y por ello, creemos imprescindible que ambos se sientan escuchados, queridos, respetados y valorados. Juntos crecemos durante los primeros años de vida de cada pequeñ@.
2.- ¿CUÁNTO DURA EL TIEMPO DE ACOGIDA?
Es un tiempo sin duración establecida porque cada niñ@, cada familia, vive de forma peculiar y distinta el proceso de construcción de nuevas relaciones afectivas y el sentimiento de formar parte de un nuevo lugar (la Escuela Infantil).
3.- ¿CUÁNDO ACABA EL TIEMPO DE ACOGIDA?
El tiempo de acogida habrá finalizado cuando los niñ@s vivan diariamente la escuela como un lugar familiar, en el que poder relacionarse y desarrollar sus proyectos de juego de manera libre y autónoma. Y las familias, sientan la escuela como un espacio de confianza, de relación, de calidad y calidez profesional.
4.- ¿QUÉ SUPONE PARA UN NIÑO/A INCORPORARSE A LA ESCUELA INFANTIL?
El niño/a que se incorpora a la escuela infantil tiene que separarse del medio familiar, en el que se encuentra seguro, para adentrarse en un nuevo mundo, amable, seductor, cargado de juego, pero hasta el momento desconocido para él. No se trata solo de explorar un nuevo espacio, sino también de establecer vínculos y relaciones con adultos y con iguales.
Nos encontramos, por tanto, en un proceso de crecimiento, CRECER implica desaparecer de la mirada del adulto, de nuestro círculo más cercano, para adaptarse de manera progresiva a un contexto social más amplio.
Sentirse confiado/a y seguro/a en la escuela infantil es una conquista personal de cada niño/a; son él o ella quienes viven el proceso, no pudiendo el adulto evitar sus sentimientos, aunque sí mostrar comprensión y ayudarle a asumirlos.
Es esperable que la expresión de las emociones de los niños/as pueda suponer alguna alteración de su conducta: aún no pueden usar la palabra para expresarse y utilizan otros recursos (más rabietas de lo habitual, pequeñas alteraciones en el sueño y en la alimentación, mayor timidez, mayor apego a la familia cuando sale de la escuela…). Estas expresiones no se producen siempre, ni de igual manera, en todos los niños/as porque cada uno/a es único/a.
Con la superación de este proceso se desarrollará su capacidad de ser él/ella mismo. En la escuela infantil ganará otra comunidad de iguales, con otros valores complementarios a la familia.
5.- ¿QUÉ SUPONE PARA LA FAMILIA INCORPORARSE A LA ESCUELA INFANTIL?
De la misma manera que los niños, la familia experimenta la separación y puede vivir emociones difíciles ante la nueva situación y preguntarse si su hijo/a sufrirá.
Es fácil que aparezcan sentimientos de pena, temor, culpa, inseguridad e incertidumbre. Las familias también viven un proceso de familiarización con la Escuela Infantil.
Para nosotras, es importante que cada familia nos comunique sus sentimientos, dudas, inquietudes, entendemos que la acogida es un periodo que debemos vivir junt@s.
6.- ¿CÓMO PUEDE FACILITAR LA FAMILIA EL TIEMPO DE ACOGIDA A SU HIJO/A?
*DURANTE LA INCORPORACIÓN
Despedirse siempre, aunque el niño/a esté jugando, “entretenido”, con una despedida afectuosa, corta y clara. Si el familiar que acompaña se va sin despedirse, en el niño@ se genera un sentimiento de inseguridad y abandono. Es preferible que exprese su desacuerdo ante la marcha de la familia, aunque sea difícil para ambos, que darse cuenta de repente de que el familiar no está.
- Dar al niño/a referencias concretas de quién y cuándo volverán a buscarle.
- Evitar los chantajes de cualquier tipo (si no lloras… si lloras….).
- Proporcionar información a la educadora que le pueda servir para comprender y ajustarse mejor a la necesidad de cada niñ@. De la misma forma, solicitar información o una tutoría siempre que sea necesario.
- En el entorno familiar, atrasar los cambios significativos hasta que finalice el periodo de acogida (no cambiarle de habitación, no retirar el chupete,…).